lunes, 23 de noviembre de 2015

La crisis del ojo por ojo; el pecado de nacer en otras tierras

Como respuesta a los atentados ocurridos el pasado viernes 13 en París,  el presidente de Francia, François Hollande, aseguró hoy que su país va a intensificar su bombardeos contra el Estado Islámico en Siria y a escoger los objetivos "que hagan el mayor daño posible" a esa organización terrorista (EFE)

Estas acciones solo demuestran la grave  crisis en que estamos inmersos actualmente. En mi opinión, esto solo masifica el daño, puesto que por más rigor que se ponga en la selección de estos objetivos, miles de vidas inocentes se perderán como consecuencia.


El periódico digital ABC Internacional  expone que  el bombardeo francés sobre Raqqa, ocurrido el 15 de noviembre ha sacudió toda la ciudad, tras el que el grupo de activistas  llamado Raqqa está siendo masacrada en silencio (RBSS, en inglés) informó  que esta ofensiva provocó el pánico de la población civil, muchos sometidos contra su voluntad por los radicales. 


Si bien es cierto que hay que tomar medidas en contra de aquellos que solo quieren fomentar el miedo, debemos preguntarnos si estamos dispuestos a pagar el costo. Una situación que parece tan lejana, tan distante en solo minutos podría estar afectándolo a usted o a uno de sus seres queridos. 



Mientras tanto,  advierte la ONU, más de 120.000 sirios han huido de sus casas desde principios del mes pasado. Eso amenaza con aumentar el éxodo rumbo a Europa o, en el peor de los casos, con provocar más muertes en los maltrechos campos de refugiados del norte de Siria, Líbano o Jordania. Durante el último invierno docenas de refugiados murieron por causas relacionadas con las bajas temperaturas, como hipotermia o fogatas descontroladas. “El horror se aparece allí de mil formas” (El Mundo).



Esta llamada crisis de humanidad donde somos obligados sufrir y luchar batallas ajenas que guardan un trasfondo puramente monetario. Así como exigen respeto para la vida de los parisinos, exijamos respeto por la de aquellos cuya única culpa es haber nacido en un país de Oriente.



jueves, 5 de noviembre de 2015

Sobredosis de Presos



Cada día entiendo menos el pensar y el proceder de nuestros gobernantes, y específicamente de nuestros diputados. Una reciente noticia publicada en el periódico Listín Diario refleja la disposición de nuestros “representantes” de demoler la cárcel de la Victoria, bajo el argumento que los reclusos están  bajo condiciones inhumanas.




Las  personalidades que apoyan esta iniciativa afirman que con la demolición de este recinto penitenciario “se recobraría la equidad, la injusticia, la inclusión social y sobre todo se conseguiría una baja de la delincuencia en el país” y que en esta cárcel “el ser humano es degradado en su máxima expresión”.

Si bien es cierto que las  condiciones de los  reclusos en cárceles de República Dominicana son deplorables, el hecho de demoler a La Victoria no mejorar la situación, ni mucho menos va a  reducir los índices de delincuencia actuales.

Explíqueme usted: ¿cómo es que  destruir una de las pocas cárceles que tiene el país  va a solucionar alguna cosa, cuando la realidad dominicana exige la creación de nuevos centros que proporcionen la posibilidad de rehabilitación y reinclusión en la sociedad? ¿O acaso el "nuevo modelo penitenciario" implica que deberíamos crear “confortables y relucientes planteles para los violadores de la ley?


Considero que lo mejor sería  destinar estos recursos a educación, salud y empleo,  a ver si al igual que Holanda derrumbamos las cárceles por falta de presos y no por “sobreabundacia”.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

¿Oportunidad o Premio Inmerecido?


Nuestra realidad es que cada vez menos estudiantes pasan las pruebas nacionales, y en lugar de darle las herramientas para mejorar, premiamos su poco esfuerzo y dejadez.          

La iniciativa tomada por el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCYT) resulta en dos vertientes muy contradictorias, por un lado brinda la oportunidad de acceso  a la educación a un mayor número de estudiantes. Por el otro, desmotiva a los futuros bachilleres a esforzarse más para obtener mejores notas.

A lo anterior se puede agregar que con esto se le podría estar quitando la oportunidad  a quien realmente merece esta beca: un dato sumamente interesante, esta beca no se le otorga a un estudiante que ha cursado más de dos semestres, es decir, que para el Estado Dominicano el tener tres semestres o más te descalifica. ¿Muy lindo, no?

Cuando se tiene un sistema educativo tan deficiente,  el deber del gobierno, y de todos sus ciudadanos, no es fomentar estudiantes mediocres,  sino tomar medidas que mejoren el aprendizaje de los jóvenes que salen de las aulas.


¡Opine usted!